EL LIBRO: DESAFIANDO LA CARRETERA

EL LIBRO DESAFIANDO LA CARRETERA

Desafiando la carretera es la crónica de viaje del guatemalteco Luis Fernando Monroy López, escrita en el año 2014. Utiliza el seudónimo de Fredim Pluma para narrar su obra, en la que lo acompaña su amigo Mario García bajo el seudónimo de Alejandro. 

Estos dos músicos, estudiantes universitarios, Fernando maestro de profesión, Alejandro trabajador de un Call Center, hartos de la rutina, con la sensación de haberlo perdido todo, deciden dejar su vida  normal atrás para realizar un experimento  cultural por Centro América, un viaje experimental;  planeado desde hace muchos años pero nunca realizado por falta de valor. Se trataba de una aventura desplazándose por la carretera panamericana que a su paso atraviesa los cinco países de Centroamérica, tocando guitarra en las calles como el autor lo expresa: "como verdaderos juglares". 

Con solo veinticinco quetzales, una guitarra, una güira; dos viejos librillos de geografía, una mochila ligera, sombreros para recaudar monedas y convicción parten de Guatemala, un 9 de julio de 2013, el objetivo recopilar experiencias culturales que influenciarán sus vidas, principalmente como músicos y escribir una crónica, la meta Panamá y  de regreso a casa. 

Estos guatemaltecos ensanchados en desafiar la carretera más larga de América, prometen volver en cinco meses a sus familiares y conocidos pero teniendo la certeza de que el trayecto es peligroso, no saben si volverán, al fin y al cabo creían haberlo perdido todo. 

Durante el transcurso del viaje descubren muchas situaciones emocionales que no conocían de sí mismos; descubren su potencial de sobrevivencia con música, algo que ignoraban, muchos aspectos de sus vidas recién pasadas entran en juego. Se vuelven adictos al asfalto oscuro de la carretera, las situaciones los pone a profundizar en la cultura de los cinco países de Centro América e influenciarse de los artistas que encontraran a su paso. Habían Planificado su viaje para cinco meses pero el viaje  se convierte en algo mas que un experimento o un escape de vida y se prolonga por casi ocho mes, ya que cruzan a Sudamérica por mar.

A su paso encontraran un sin fin de personajes, aventuras y enseñanzas. Durmiendo a la intemperie  en la carretera, cruzando países a pie, con pasaporte en mano, extendiendo los pulgares para pedir jalón; entre hostales, estaciones, ciudades; mercados, pensiones, playas y buses, se encuentran con la puerta a un universo paralelo de artistas y viajeros de todo el mundo; cada uno con historias fantásticas.  Es allí donde la delgada línea entre romper los esquemas, la cordura, la nostalgia y los sueños se mezclan para sumergirnos en un mundo de juglares, parcheros, artesanos, músicos, malabaristas y mochileros.

Observándolo todo con la curiosidad de un niño, enfrentándose a la realidad centroamericana, dejándose llevar y confiando en las deidades ancestrales, estos dos guatemaltecos nos ponen a soñar acompañándolos en su viaje hacia la libertad y su regreso a casa. Una historia juglar y trovadora, conmovedora e inspiradora; llena de pasión, sueños, peligro; convicción y Arte; una historia de carretera que nos muestra que la felicidad, la riqueza y la gloria es algo más que cuantiosos y lujosos objetos, el texto busca además de inspirar hablar sobre la búsqueda de la libertad y los sueños.

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